Esperanza (Relato de la iniciativa Una palabra, una historia)

Hola! ¿Cómo están? Hoy les traigo mi primer relato para la iniciativa "Una palabra, una historia" que ya les comenté en otra entrada, cualquier cosa les dejo el link que los lleva al blog que lo creó en la imagen de aquí y el banner está al costado izquierdo del blog :) ¡SÚMENSE!

Palabra de la semana: Esperanza.

Relato:
Un escalofrío recorrió su espalda, se abrazó a sí misma para brindarse un poco de calor, "qué ironía" pensó, preocuparme por un poco de viento helado en estos momentos.

Desde donde estaba se podían apreciar las luces de la ciudad, avanzó un paso, "sólo un poco más". Intentó reprimir la oleada de sentimientos que la azoraban, en minutos no importaría más. Suspiró. ¿Qué estarán haciendo en ese preciso momento todos a quienes conocía? ¿alguien pensará en cómo estará ella? seguro que no, no es que importase ya.

Un ruido a su espalda la hizo darse vuelta asustada, quizás la habrían descubierto, pero sólo era algo que el viento había tirado. Volvió a respirar, sintiendo que le volvía el alma al cuerpo. Alma ¡No! basta de pensar. Aún así no pudo negar que el hecho de que alguien la hubiera descubierto aparte de miedo le supuso una especie de... ¿alivio? no estaba segura, pero se sintió así por un nanosegundo. Luego se subió al borde de la azotea. Solo un salto la separaba de su meta.

Metió la mano en el bolsillo y tocó su celular, esbozó una sonrisa tonta, ya no lo necesitaba pero lo había llevado a la azotea ¿por qué? En su fuero interno empezaba a darse cuenta que no estaba 100% segura de lo que iba a hacer pero era muy orgullosa para reconocerlo y se había esforzado mucho para llegar ahí sin ser vista como para retroceder. 

"Es hora" pensó. Sintió como todo se volvía más lento mientras se preparaba para lo que iba a hacer, reunió toda la fuerza de voluntad ¿o cobardía? posible. Unas lágrimas traicioneras se deseaban escapar de sus ojos pero no lo permitió. Cerró los ojos y...

-¿Qué demonios crees que haces?

Casi se cae al vacío por otro susto provocado por alguien que la alejaba del borde aferrándose a su brazo.

-Ay-se quejó ella

-Así que te preocupas que esto te duela-dijo irónicamente mirando a su brazo-¿no te parece tonto tomando en cuenta lo que estabas por hacer?

Apretó los dientes, tenía un punto, pero ella no lo iba a reconocer. Lo que tampoco iba a reconocer era que tenía la esperanza de que alguien la rescatase y una parte de ella tenía ganas de agradecerle.

Sobre el relato: Quería escribir algo por el estilo, nada demasiado cursi, y que a la vez nos pudiéramos sentir identificados ¿Cuántas veces no nos hemos sentido desesperanzados aunque no tan al extremo como la protagonista espero queriendo estar solos pero deseando a la vez que alguien nos ayude? Algunos días son peores que otros, pero siempre encontramos la manera de seguir adelante :)

¿Les gustó el relato? Quiero y exijo total sinceridad jaja Digan qué les gustó y qué no :)